¿Existe la leche adulterada? Así puedes identificarla

La leche adulterada es una realidad en México y representa un riesgo serio para la salud, especialmente en niñas y niños. Expertos advierten que aprender a identificar productos lácteos alterados puede prevenir intoxicaciones y afectaciones a largo plazo.

Antes de consumir leche, es fundamental revisar sus características físicas. El olor también es una señal clave: aromas similares a jabón, detergente o un exceso de acidez indican la posible presencia de sustancias químicas.

Uno de los métodos más sencillos para detectar leche adulterada es observar su consistencia y olor. Cuando el producto ha sido alterado, puede desprender aromas ajenos a la leche natural o presentar una apariencia más espesa de lo normal debido a mezclas artificiales.

Especialistas recomiendan verificar siempre el estado del producto antes de que sea consumido por menores y evitar adquirir leche en puntos de venta informales. La procedencia es clave para reducir riesgos.

En estados como Guanajuato se ha detectado un esquema delictivo que involucra el robo de camiones cisterna. El producto sustraído es sometido a procesos químicos para aumentar su volumen y obtener mayores ganancias ilícitas.

Durante esta manipulación, se retira la grasa natural y se sustituye con aceites vegetales. Para lograr una mezcla uniforme, se añaden detergentes como emulsionantes, además de bicarbonato de sodio y agua oxigenada para ocultar la descomposición.

Las mezclas químicas utilizadas carecen de valor nutricional y pueden provocar problemas gastrointestinales severos, así como afectaciones a largo plazo por la exposición constante a sustancias potencialmente cancerígenas.

Autoridades y expertos insisten en que la mejor forma de protección es aprender a identificar la leche adulterada, comprar únicamente en comercios establecidos y verificar que los proveedores cuenten con certificaciones oficiales.