Hecho con ceniza de hoja de maíz, azúcar de flor de cempasúchil, anís y camote, este pan mezcla tradición y creatividad. La receta surgió en un concurso en Guadalajara donde 16 reposteros mostraron nuevas versiones de este clásico mexicano. Algunos lo rellenaron con cheesecake de cardamomo, otros con crema pastelera de camote morado o masa madre con rompope.
Chefs destacan que más allá del sabor, el pan de muerto es un símbolo cultural que une tradición, innovación y orgullo mexicano.












