En el corazón del barrio de Xonaca, en la ciudad de Puebla, se levanta la enigmática Fuente de los Muñecos, un sitio que mezcla historia, arte y misterio. Esta fuente, adornada con las figuras de dos niños de piedra, ha sido durante décadas el origen de una de las leyendas poblanas más populares: la de los muñecos que cobran vida por las noches.
De acuerdo con el relato, las esculturas fueron mandadas a construir por un caballerango que perdió a sus hijos durante una tormenta. Los pequeños desaparecieron camino a la escuela y jamás fueron encontrados. Devastado, su padre decidió inmortalizarlos en piedra como un símbolo eterno de amor y dolor.
Desde entonces, los vecinos de Xonaca aseguran que las figuras cambian de posición o emiten ruidos extraños al caer la noche. La fuente, ubicada entre las calles 22 Oriente y 18 Norte, se ha convertido en un punto imperdible del turismo de leyendas en Puebla, donde cada historia suma nuevos matices de fe y misterio.












