Hasta agosto de 2025, el estado de Puebla registró decenas de linchamientos multitudinarios en distintas poblaciones, lo que refleja una problemática constante y la vulnerabilidad de los ciudadanos frente al acceso a la justicia.
Uno de los casos más recientes sucedió el viernes 22 de agosto en el municipio de Cuautlancingo, donde aproximadamente 30 pobladores atacaron a un presunto asaltante de un comercio en “El Nopalito”, ubicado en los límites de Puebla y Cuautlancingo, según informó la el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González.
Los gritos de la multitud acompañaron la agresión, y la víctima, identificada como Luis Ángel “N.” de 21 años, fue encontrada atada a un poste junto a dos vehículos calcinados, mismo que confirmó Fiscalía de Puebla Durante la misma agresión, otro hombre señalado por la misma razón fue rescatado y puesto a disposición de las autoridades. Sin embargo, vecinos se vieron afectados en sus actividades, debido a que la trifulca y caos bloqueó la tranquilidad en las calles de la localidad, en entrevista, uno de los testigos relató el impacto del hecho:
“Sí, sí estuvo muy pesado, pues la verdad yo no fui, o sea no, no fui la verdad nada más vi la gente que estaba aquí o sea, sí tenía que pasar para allá, pero ya no pasé.”
Continúa aumento de violencia comunitaria ante incompetencia de las autoridades
Los casos de linchamientos en el estado de Puebla reflejan un aumento preocupante de violencia comunitaria, con 49 intentos de linchamiento desde el inicio de este año hasta el 24 de agosto de 2025, de los cuales tres se concretaron, incluido el de Cuautlancingo.
Testigos y vecinos evidenciaron la conmoción en la comunidad, mientras las autoridades locales solo se limitan a prometer operativos de seguridad y comunicación para prevenir nuevos incidentes, pese a la existencia del Protocolo de Actuación para Casos de Intentos de Linchamientos en el Estado de Puebla, que resulta insuficiente para contener y evitar nuevos hechos.
Las acciones de las autoridades se limitan a atender las trifulcas, a veces cuando ya es demasiado tarde. Esta situación se agrava cuando los conatos de violencia ocurren en zonas serranas de la entidad, lo que refleja un escenario de ingobernabilidad, inacción de las autoridades, falta de prevención y de estrategias para disminuir delitos, así como un constante hartazgo de la población, que prefiere tomar la justicia por su propia mano, ponderando la violencia sobre otros mecanismos legales.
Se registra intento de linchamiento en Zacatelco, Tlaxcala
