Bella explicó que los síntomas van y vienen: fatiga extrema, dolor, niebla mental y ataques de pánico… y eso hace que nunca sepa cómo se sentirá cada día.

También compartió lo difícil que es cuando la gente minimiza su enfermedad con comentarios como “siempre tienes algo”. Su mamá, también paciente de Lyme, la ha apoyado y reconoce su fuerza.

A pesar de recaídas y estancias en el hospital, Bella sigue trabajando y lanzó su marca Orebella, demostrando que, incluso en medio de una batalla invisible, sigue adelante con resiliencia.