Las culturas prehispánicas tenían un vasto conocimiento de las plantas medicinales, y una de las más valoradas era la hierba santa (Piper auritum). Esta planta aromática, aún usada en la cocina mexicana, destaca por sus propiedades curativas y su efectividad como remedio natural para controlar la diabetes.
Entre sus múltiples beneficios, la hierba santa se ha utilizado tradicionalmente para aliviar malestares estomacales, problemas respiratorios como el asma, fiebre, y calmar el sistema nervioso. Sin embargo, uno de sus usos más destacados actualmente es su capacidad para disminuir los niveles de glucosa en la sangre, convirtiéndola en un aliado natural para personas con diabetes tipo 2.
Una manera común y efectiva de consumirla es en forma de infusión matutina, que puede incorporarse como complemento a tratamientos médicos, siempre bajo supervisión profesional.