Este jueves se conmemora un aniversario más de la Revolución Mexicana, cuyo primer levantamiento ocurrió en Puebla el 18 de noviembre de 1910, impulsado por la familia Serdán, pieza clave del movimiento revolucionario. Los hermanos Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán, hijos de Manuel Serdán y Carmen Alatriste, crecieron bajo ideales liberales que marcaron su participación en la lucha.

Aquiles y Máximo murieron en combate, convirtiéndose en los primeros mártires de la Revolución. Su madre y la esposa de Aquiles fueron encarceladas y liberadas tras el triunfo de Francisco I. Madero. Por su parte, Carmen Serdán continuó activa en la causa al apoyar a Venustiano Carranza como enfermera. Además de su participación directa en los enfrentamientos, la familia destacó por financiar y distribuir propaganda que fortaleció el ánimo revolucionario en la región.

Así, la historia de la familia Serdán permanece como símbolo del valor y la convicción que dieron origen a la Revolución Mexicana en Puebla.