La madrugada del 16 de septiembre de 1810, el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla dio inicio al movimiento independentista en el pueblo de Dolores, en el actual estado de Guanajuato: Este momento, conocido como el grito de Dolores, consistió en una convocatoria pública a los habitantes para sumarse a la causa de la libertad frente al dominio colonial, del que surgió México
Para ello, Hidalgo tocó la campana de la parroquia, señal que reunió a la población y marcó el comienzo de la organización de los primeros grupos insurgentes. Si bien no se conserva una transcripción exacta de sus palabras, se sabe que Hidalgo expresó su apoyo a la justicia y a la autonomía de los pueblos, así como su rechazo a las imposiciones del gobierno colonial. La frase que se recuerda históricamente: “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva Fernando VII! ¡Muera el mal gobierno! ¡Muera el gachupín!”. Esto refleja la combinación de valores religiosos y aspiraciones que lo caracterizaban.
¿Qué ocurrió después del Grito de Dolores por la independencia de México?
Tras la convocatoria, los habitantes de Dolores y comunidades cercanas comenzaron a organizarse para participar en el movimiento independentista. Este evento dio inicio a la Guerra de Independencia, que se prolongó hasta 1821 y permitió la construcción de México como nación.
¿Por qué es importante el Grito de Dolores por la independencia de México?
Conocer lo que sucedió esa noche permite comprender el origen del movimiento independentista y valorar el significado que hoy da, el acto se conmemora oficialmente en todo el país, siendo un símbolo de identidad y memoria histórica.
Por lo que, la noche del Grito de Dolores sigue siendo un referente fundamental por la independencia de México recordando a los ciudadanos el inicio de un proceso que transformó la vida política y social del país.
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