El atole de cempasúchil: tradición líquida que honra a los difuntos

El atole de cempasúchil combina tradición, sabor y simbolismo en una sola bebida. Inspirada en la flor del Día de Muertos, esta receta mezcla maíz, leche, canela, piloncillo y pétalos de flor comestible, creando un aroma único que llena los hogares de México. Su sabor, entre cítrico y floral, rinde homenaje a los difuntos, guiándolos con su fragancia en el regreso al mundo de los vivos. Más allá de su belleza visual, el atole de cempasúchil representa una conexión espiritual con las raíces ancestrales y el poder simbólico de esta flor sagrada.