¡Una tragedia! Una niña de apenas 11 años de edad fue hallada muerta debajo de su cama, luego de que minutos antes, llamara a su padre por teléfono para avisarle que alguien estaba tocando a la puerta de la casa.
Más tarde, las autoridades informaron que la niña, identificada como María González, fue estrangulada y abusada sexualmente en su casa ubicada en el número mil de Main Street, en Pasadena, California, cerca de las 15:00 horas.
Carmelo González, padre de la menor, dijo a la policía que su hija le había llamado por teléfono para avisarle que “alguien estaba tocando la puerta y yo le respondo ‘pues no le abras, porque yo apenas estoy llegando’. Y me dijo: ‘Está bien, yo estoy en mi cama’”.
No obstante, cuando el hombre finalmente arribó a la vivienda, ya era muy tarde; “en toda la sala había regada azúcar, el sofá todo movido. Intentó defenderse mi pobre niña. Quisiera regresar el tiempo atrás y vivir la vida más feliz con ella”.
Pronto, el padre de María dio aviso a los números de emergencia, y elementos de seguridad arribaron a la casa e intentaron brindarle los primeros auxilios, pero desafortunadamente, la menor fue declarada muerta. De acuerdo con los investigadores, el papá había salido del departamento a las 09:45 horas y al llegar a casa vio el cuerpo de la menor inmóvil debajo de su cama.
“El médico forense concluyó que la causa de la muerte fue asfixia por estrangulamiento. La investigación adicional determinó que la víctima fue agredida sexualmente”, dijo la policía de Pasadena.
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Aún no hay personas detenidas
Hasta el momento, ninguna persona ha sido detenida por el abuso y homicidio de la pequeña María, no obstante, las autoridades continúan las investigaciones para dar con el paradero del posible asesino.
“Estamos haciendo todo lo posible por esclarecer y resolver este crimen”, dijo Josh Brugger, jefe del Departamento de Policía de Pasadena. “Como padre de una niña de casi 10 años, ciertamente esto es un motivo de preocupación”.
A decir de Brugger, la vivienda es pequeña y está ubicada a unas 13 millas al sureste del centro de Houston en una “comunidad bastante unida” y es “una urbanización relativamente tranquila”.
“No podemos hacer nada ya, lo que queremos es encontrar al culpable de todo eso”, finalizó Carmelo González, padre de la menor.
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