Sobre endeudado y con irregularidades financieras por mil millones de pesos, entregó el gobierno de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, quien, según la oposición, gobernó cuatro años a control remoto a través de Carlos Merino Campos.
Pero con todo y las irregularidades reportadas en auditorías, sin discusión ni revisión, Morena y sus aliados aprobaron en el Congreso local la cuenta pública de su último año.
Una deuda millonaria como herencia en Tabasco
Las auditorías reportaron que la élite gobernante encabezada por Adán Augusto, de 2019 a 2024, heredó a los tabasqueños una deuda por casi ocho mil millones de pesos, unos dos mil quinientos millones más de los que recibió.
Se detectaron 226 casos de corrupción y daño patrimonial que en conjunto ascienden a mil millones de pesos, pero que, a ojos de los legisladores de Morena y sus aliados, no fueron graves. Fabián Granier, diputado del PRI en Tabasco, señaló:
“Pero no pasa nada, ¿no? Entonces aquí sale el OSFE y entonces ya sale que es aprobatorio, y ese es el tema, que es ambiguo. La información nos la dan al cuarto para las tres. No se puede seguir así; son miles de hojas que hay que revisar”.
Pero mientras Morena encubrió la corrupción de los suyos, a decir del PRI, el PRD castigó a tres alcaldes y les reprobó sus cuentas, a pesar de que tenían irregularidades menores.
“Mientras algunos ayuntamientos que no solventaron ni el 20% de sus observaciones aparecen con dictámenes aprobatorios, otros con porcentajes de más del 80% resultan igual aprobados”, dijo Alfonso Gallegos, diputado del PRD en Tabasco.
La oposición dice que fue revanchismo. Morena lo niega, pero lo único cierto es que los casos de corrupción siempre quedan impunes.












