El maltrato animal en el estado de Puebla sigue en aumento, lo que ha colocado a la entidad entre los primeros lugares a nivel nacional durante este 2025. Esta problemática se agrava ante la falta de acciones concretas por parte de las instituciones estatales, la incapacidad para prevenir y atender nuevos casos, junto a la evidente omisión de las autoridades frente a las agresiones cometidas.
Recientemente, el Instituto de Bienestar Animal (IBA) registró 807 reportes de maltrato animal en el primer trimestre de 2025, de los cuales solo 107 se convirtieron en denuncias formales ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Así lo confirmó la titular del organismo en un informe oficial con corte al 9 de marzo de este año.
Persisten casos de maltrato animal y omisión de autoridades
Este panorama convive con actos de crueldad animal por parte de elementos de seguridad pública, que demuestran la falta de capacitación institucional.
Uno de los casos más recientes ocurrió en el municipio de Santiago Miahuatlán, donde un video exhibió a policías arrojando el cadáver de un perro a una patrulla, luego de presuntamente haberlo atropellado. La grabación muestra además cómo otros perros callejeros se acercan a la escena, sin que exista explicación ni protocolo alguno por parte de los agentes.
Otro hecho indignante se registró en Tehuacán, donde Florentino N., funcionario del ayuntamiento, atropelló a un cachorro con una patrulla municipal. El accidente quedó grabado por cámaras de seguridad, que captaron cómo el animal intentaba cruzar la calle tras otro perro blanco, pero terminó bajo las llantas de la unidad oficial.
No se detienen casos pese a la penalización del maltrato animal en Puebla
Los casos de maltrato animal en la entidad persisten a pesar de los múltiples intentos y medidas implementadas para erradicarlo. Aunque el Código Penal del Estado contempla sanciones de hasta ocho años de prisión y multas superiores a 56 mil 500 pesos por causar la muerte a un animal, los crímenes continúan registrándose con frecuencia. Las agresiones que ponen en riesgo la vida del animal se castigan con penas de 15 meses a seis años de cárcel, mientras que las lesiones menores se sancionan con entre 10 meses y cuatro años, además de multas económicas variables.
A pesar del marco legal, los actos de violencia cometidos por autoridades continúan sin castigo visible, lo que pone en duda la coherencia del gobierno estatal entre el discurso institucional y la realidad que viven los animales en la calle.
VIDEO: Denuncian supuesto maltrato animal en comandancia de Huauchinango