Desde hace ocho años, un pequeño peludo de nombre Chicle se ha convertido en parte del paisaje cotidiano del Rincón del Arte, ubicado sobre la Quinta Norte y Tercera Poniente de Tuxtla Gutiérrez. Quienes transitan por la zona lo reconocen de inmediato: su mirada noble, su andar tranquilo y su fiel presencia hacen que nadie pueda pasar sin dedicarle una sonrisa.