El icónico luchador emprendió su recuperación domiciliaria luego de varios días en terapia intensiva. Al abandonar el hospital, lo acompañaba su hijo y, aunque se movilizó en silla de ruedas, aseguró que “hay Blue Demon para rato”. El demonio azul explicó que perdió el control de su vehículo tras golpear un objeto en la carretera y que su cuerpo física y emocionalmente aún se recupera, pero que su espíritu permanece en pie.












