Con We Are the Champions sonando, el equipo celebró un año de dominio absoluto y de valentía con el MCL39, un monoplaza que marcó la diferencia por su innovación.
Aun así, no todo fue perfecto: Norris y Piastri tuvieron un roce en la salida, pero Andrea Stella aseguró que lo resolverán con diálogo, como siempre.
Con un ritmo sólido y un equipo unido, McLaren demuestra que su éxito no es casualidad. El equipo papaya sigue imparable.