Amazonas de Yaxunah se convierten en sensación del deporte

Las Amazonas de Yaxunah han sido un fenómeno en los últimos días, no sólo por su carisma, sino por su peculiar forma de jugar: vistiendo el huipil maya.

Rodrigo Alcántara
Deportes
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Momentos de gloria se vivieron en el deporte femenil este sábado 2 de julio, después de que las Amazonas de Yaxunah se volvieran sensación. Este equipo de softball se ha convertido en un referente en el sureste mexicano y, en los últimos días, se ha vuelto especialmente relevante por la forma en la que salen vestidas al diamante: utilizando el huipil tradicional de las mujeres en las comunidades mayas, en Yucatán, promoviendo las tradiciones y cultura por todo el sureste de nuestro país. Su carisma, amor al juego y estilo, junto con su peculiar uniforme, las han convertido en una sensación nacional e internacional.

En su último partido, en el parque Kukulcán Álamo, donde se enfrentaron a La Natividad, 15 mil personas se dieron cita para poder disfrutar del encuentro.

Una historia fascinante, a través de la cual se puede promover, en primer lugar, el deporte femenil y después la cultura, el mantener la cultura. Estas son las lecciones que puede ofrecernos el deporte, que al final del día para esto sirve, no para la polémica que luego se presenta.

Las Amazonas: ejemplo de superación

La historia de las Amazonas de Yaxunah comenzó hace tres años, cuando este grupo de 16 mujeres ingresó a un programa social federal que, para obtener los beneficios, les exigía realizar alguna actividad cultural o deportiva. Estos beneficios serían para su comunidad, Yaxunah, ubicada a unos 30 kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itzá.

El equipo está formado únicamente por mujeres mayas, para quienes el español es una segunda lengua y prefieren comunicarse en su lengua madre. Las jugadoras van desde niñas de 14 años, hasta Dominga Mex Chan ‘La Abuela’, de 63, que aunque no habla español, no le impide participar del deporte.

Fue así que, con tal de beneficiar a la comunidad, estas 16 mujeres decidieron adentrarse en un deporte que nunca habían jugado y del que no conocían las reglas, para terminar volviéndose una sensación tres años después, por su manera única de practicarlo y, sobre todo, por las razones que las llevaron a jugar en primer lugar.

Adaptación a web: Eric Hauvery Cetina Karsten

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