La ciencia desmonta el mito de los “zorros domesticados” que vemos en redes

En las últimas semanas, los videos virales de zorros acercándose a humanos —jugando con pelotas, oliendo manos extendidas o moviendo la cola como si fueran mascotas— han causado sensación en TikTok y otras plataformas. Muchos internautas los llaman zorros amigables e incluso aseguran estar presenciando la supuesta domesticación de zorros en tiempo real. Sin embargo, expertos advierten que esta idea es incorrecta y peligrosa tanto para las personas como para la fauna silvestre.

Los científicos explican que para considerar zorros domesticados, deben ocurrir cambios genéticos y físicos transmitidos por generaciones: animales más dóciles, más pequeños o con comportamientos consistentes heredables. Nada de esto está ocurriendo. Lo que vemos es habituación de zorros, un proceso donde un animal salvaje pierde el miedo a los humanos tras exposiciones repetidas sin consecuencias. En ciudades como Londres, los zorros encuentran comida abundante —ratas, basura o restos de restaurantes— y climas más templados, lo que los hace convivir más cerca de las personas.

Estudios muestran ligeras diferencias físicas entre zorros urbanos y rurales, pero los propios investigadores subrayan que esto no prueba una domesticación de zorros. La habituación se refuerza cuando la gente alimenta a estos animales o se acerca demasiado, creyendo que buscan cariño. A esto se suman factores como la toxoplasmosis, que puede alterar el comportamiento y hacer que algunos zorros amigables se acerquen más de lo normal.

El mito de los zorros domesticados también impulsa que personas intenten tenerlos como mascotas, lo cual suele terminar mal: marcan territorio con orina de olor muy fuerte, son impredecibles, y más del 50% termina abandonado o sacrificado. Los expertos recalcan que, aunque existieron zorros semidomesticados siglos atrás y hay experimentos históricos de cría selectiva, la verdadera domesticación de zorros requeriría cientos o miles de años, no unos cuantos videos virales de zorros.

Finalmente, especialistas advierten que acariciar o alimentar a un zorro salvaje puede ser mortal para el animal: si aprende a confiar en humanos, puede acercarse a alguien que entre en pánico y llame a las autoridades, lo que frecuentemente termina en su sacrificio. La conclusión es clara: los zorros amigables no son mascotas, no son zorros domesticados, y entender la diferencia entre domesticación y habituación de zorros es clave para su conservación.