ciudadela de arcilla escondida
En un bosque de Suiza, el escultor François Monthoux construyó una impresionante ciudadela gótica hecha de arcilla que se ha vuelto viral por su belleza y misticismo. La obra, levantada sin planos y con materiales naturales, parece salida de un cuento medieval y ha cautivado a miles en redes sociales. Monthoux, conocido como “el artista vagabundo”, combina arte, sostenibilidad y filosofía en una creación efímera que desafía la idea de permanencia. Aunque la estructura podría desaparecer con el invierno, su mensaje sobre la conexión entre el ser humano y la naturaleza perdura. La obra simboliza introspección, equilibrio y respeto por el entorno.