Durante la temporada decembrina, millones de personas alrededor del mundo disfrutan de las luces navideñas que iluminan calles, hogares y plazas. Más allá de su valor decorativo, la ciencia ha comenzado a explicar por qué estos destellos de color parecen elevar el ánimo de quienes los observan. Expertos en psicología y neurociencia señalan que la respuesta emocional ante estas luces va más allá de la estética y está profundamente conectada con procesos cerebrales, memoria y sensación de bienestar. En TV Azteca Puebla te contamos los detalles.
¿Qué ocurre en el cerebro cuando vemos luces navideñas?
Estudios han mostrado que la exposición a luces brillantes y colores durante la época festiva puede activar la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la sensación de felicidad, lo que genera un efecto positivo en el estado de ánimo. Según la psicóloga Deborah Serani, catedrática de la Universidad Adelphy de Nueva York, la decoración navideña “estimula rápidamente la liberación de dopamina, una hormona de la felicidad” y crea un cambio neurológico que puede producir bienestar.
Además de la química, las luces también interactúan con recuerdos y experiencias personales. La presencia de estos adornos suele evocarse en conexión con celebraciones pasadas, tradiciones familiares o momentos de unión, lo que intensifica la sensación emocional positiva al observarlas.
¿Por qué la nostalgia y el ambiente festivo influyen en nuestra felicidad?
La nostalgia desempeña un papel fundamental en esta respuesta emocional. Las luces navideñas suelen asociarse con recuerdos de infancia, encuentros familiares o experiencias agradables de estaciones festivas anteriores. Esta evocación de memorias positivas puede reforzar sensaciones de pertenencia y conexión social, lo que a su vez contribuye a una mejor percepción del bienestar general. De esta manera, la combinación de estímulos sensoriales —luz, color y ambiente festivo— junto con asociaciones emocionales profundas hace que muchas personas experimenten un estado de felicidad y confort al contemplar las luces navideñas, consolidándolas como un elemento simbólico y emocional de la temporada.
¿Árbol natural o artificial para esta navidad?
