Cuando el mar se pinta de rojo en Irán
En los últimos días, imágenes de la costa de la isla de Ormuz, en Irán, se volvieron virales al mostrar el mar y la arena teñidos de un intenso color rojo, lo que llevó a muchas personas a hablar de una supuesta “lluvia de sangre”. Sin embargo, científicos y expertos explicaron que se trata de un fenómeno natural totalmente real y conocido, relacionado con la geología única de esta isla ubicada en el Golfo Pérsico, cerca del estrecho de Ormuz. Tras lluvias intensas, el agua arrastra grandes cantidades de suelo rico en óxido de hierro, especialmente un mineral llamado hematita, desde las colinas hasta el mar, provocando que la arena y el agua superficial se tiñan de tonos rojos y carmesí.
La isla de Ormuz es famosa por su composición geológica extraordinaria, formada por antiguos domos de sal y capas volcánicas que concentran minerales como hierro, ocre, yeso y sal. Cuando llueve con fuerza, estos minerales se disuelven y fluyen hacia la costa, creando un efecto visual impactante que puede parecer alarmante, pero que no representa ningún riesgo. De acuerdo con especialistas, el color rojo no es tóxico ni peligroso para las personas ni para la vida marina, y desaparece conforme las corrientes y las mareas dispersan los sedimentos.
Además de ser un espectáculo natural, este suelo rojizo tiene un valor cultural y económico para la población local, ya que tradicionalmente se ha utilizado como pigmento natural en arte, decoración e incluso en prácticas gastronómicas. Aunque el fenómeno es temporal, también recuerda que la erosión constante va transformando lentamente el paisaje de la isla. Así, lo que muchos interpretaron como algo sobrenatural o alarmante, en realidad es una muestra más de cómo la combinación entre lluvia, minerales y tiempo puede crear uno de los paisajes más sorprendentes del planeta.
