El mercado antiguo oculto en Monte Sierpe y su Banda de Agujeros
La misteriosa Banda de Agujeros ubicada en Monte Sierpe, una formación inusual de más de 5000 agujeros alineados en una cresta rocosa del sur de Perú, ha desconcertado a arqueólogos y curiosos durante casi un siglo. Hoy, un nuevo estudio ofrece una explicación más sólida: este extenso patrón pudo haber funcionado como un mercado antiguo, mucho antes de que los incas dominaran la región. Investigaciones recientes combinan análisis microbotánicos, imágenes aéreas y la distribución numérica de los agujeros para proponer que allí se intercambiaban alimentos, herramientas, telas y otros bienes entre diversos grupos del valle y las tierras altas.
Los expertos encontraron restos de maíz y fibras vegetales, lo que indica que los agujeros estaban revestidos con materiales naturales para depositar productos. Esto refuerza la idea de que servían como espacios visibles para exhibir mercancías y medir cantidades equivalentes. La ubicación estratégica del sitio, cerca de antiguas rutas comerciales, respalda aún más su uso como punto central de intercambio y reunión.
Siglos después, los incas habrían incorporado este mercado antiguo a su propio sistema económico. Los patrones numéricos de la Banda de Agujeros muestran similitudes con los métodos de conteo de los khipus, por lo que es posible que Monte Sierpe funcionara como un enorme tablero contable para calcular tributos y organizar la producción local. Aunque algunos elementos del sitio aún generan debate, la evidencia científica apunta a que la Banda de Agujeros fue un espacio híbrido: primero un centro de trueque y luego una herramienta administrativa para los incas.
Monte Sierpe deja atrás teorías sobre extraterrestres y mitos fantásticos para ofrecer una mirada mucho más real y compleja: un paisaje transformado por comunidades andinas que usaron estos miles de agujeros para organizar economía, intercambio y tributos. Con cada nuevo hallazgo, el sitio revela cómo las sociedades antiguas moldearon su entorno para conectarse y sobrevivir.












