La instalación de perros robots que sacudió Art Basel Miami Beach

La instalación de perros robots en Art Basel Miami Beach generó una fuerte reacción mundial debido a su concepto provocador y satírico. Estas piezas, con rostros realistas de figuras como Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y artistas icónicos como Pablo Picasso y Andy Warhol, fueron diseñadas como animatrónicos interactivos capaces de tomar fotos al público para luego “defecar” impresiones artísticas. La presencia de perros robots en un entorno cultural tan influyente puso sobre la mesa una reflexión sobre el poder de los gigantes tecnológicos para moldear percepciones, hábitos y consumo. Parte de las impresiones producidas estaban vinculadas a NFT, reforzando la crítica hacia la mercantilización del arte digital y la influencia del mercado tecnológico.

El impacto creció cuando se dio a conocer que cada impresión generada por estos perros robots se vendió por 100 mil dólares, acompañadas de 1,028 ediciones coleccionables selladas como “muestra de excremento”. Esta decisión acentuó la ironía y el mensaje sobre el valor que el público y los coleccionistas están dispuestos a otorgar a obras que combinan tecnología, sátira y controversia. La instalación de perros robots no solo provocó debate estético, sino también cuestionamientos sobre la relación entre arte, poder tecnológico y el límite entre crítica y espectáculo. En conclusión, este proyecto dejó claro que los perros robots se convirtieron en un nuevo símbolo de cómo el arte contemporáneo busca incomodar, reflexionar y desafiar al espectador.