El perrito Pikachú de CDMX divide opiniones por el uso de pintura para perros
El caso del perrito Pikachú captado en CDMX generó una fuerte polémica en redes sociales después de que circulara un video donde se observa al animal completamente teñido de amarillo, imitando al personaje de Pikachú. La escena, ocurrida en una cafetería, despertó preocupación porque muchos usuarios consideran que este tipo de intervenciones podrían afectarlo, ya sea por estrés o por el contacto constante con pintura para perros, sobre todo si no se trata de productos certificados.
Otros internautas respondieron defendiendo al dueño, asegurando que existen pinturas para perros especiales, no tóxicas y diseñadas para uso veterinario, enfatizando que el perrito Pikachú se ve limpio, cuidado y que incluso refleja un buen nivel de vida. Sin embargo, también surgieron críticas hacia la manera en que el dueño lo carga en brazos, señalando que podría tratarse de una manipulación incómoda para el animal.
La polémica continúa porque el video destaca un punto clave: aunque la intención pueda ser estética o lúdica, pintar a un perro implica riesgos si no se hace con productos seguros o sin tomar en cuenta su bienestar emocional. El debate sigue creciendo en CDMX, donde muchos usuarios se preguntan si el perrito realmente está disfrutando de la experiencia o si solo se convirtió en una moda momentánea que lo expone innecesariamente.












