El solsticio de verano será el día más largo del año y tomará lugar entre el 20 y 21 de junio, para el hemisferio norte. A lo largo de la historia, ha sido el momento en el que diversas culturas celebran y honran la figura del sol, que por excelencia es la fuerza vital de nuestro mundo. El solsticio también marca el inicio del verano y la llegada del sol al signo zodiacal de Cáncer, por lo que es un buen momento para buscar un espacio de paz, para conectar con nuestro entorno y encontrar un punto de equilibrio entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Se celebran las cosechas, el renacimiento o la esperanza.
¿Qué representa el signo de Cáncer?
El signo de Cáncer pertenece a los tres signos de agua y, de todos los signos del zodiaco, su carácter es el más ambiguo: puede ser retraído, antisocial, pero también atractivo, admirado y deslumbrante. El periodo de Cáncer es bueno para dejar volar la imaginación, enfocarse en los sueños que, en otros momentos, tal vez no se sentirían tan cercanos.
Cáncer posee un talento natural para las artes. Pueden fluir entre las dificultades con naturalidad, y pueden transitar sin mayores complicaciones los cambios de la vida. Y, más importante, es sumamente emocional. Lo caracterizan la ternura y la imaginación.
¿Cómo celebran diferentes culturas el solsticio?
Reino Unido e Irlanda:
Las historias de duendes, hadas, unicornios y demonios que caracterizan la mitología británica siempre estuvieron íntimamente relacionadas a las celebraciones del solsticio de verano. Sin embargo, el cristianismo puso fin a estos ritos por considerarlos paganos. Aun así, todavía hay miles que acuden cada año a Stonhenge para el solsticio, y ver cómo el sol se alinea perfectamente con una de las rocas.
Suecia y escandinavia:
Como el resto de los países nórdicos, en Suecia se celebra el verano como si no tuviera igual, al regresar las cosechas y la vida después de meses con poquísima luz del sol. Hay danzas tradicionales, platos típicos e historias relacionadas al solsticio. Las festividades duran cinco días.
Los mayas:
Durante el solsticio de verano, muchos habitantes de la región se acercan a la pirámide de Chichen Itzá, para presenciar los diferentes fenómenos que pueden verse en la zona, debido a la gran influencia que los mayas tomaban de los astros a la hora de construir sus edificaciones.
