¡Indignante! Nakira Griner, una mujer de 28 años de Bridgeton, residente de la ciudad de Nueva Jersey (EEUU), fue declarada culpable por matar a su bebé a golpes en 2019, el pequeño identificado como Daniel tenía 2 años de edad.
De acuerdo con las autoridades locales, la acusada golpeó a su pequeño hijo hasta quitarle la vida; posteriormente lo desmembró y quemó su cuerpo en el horno. Los restos los escondió en un bolso de su madre y en bolsas de basura que dejó en el patio trasero de su vivienda. Más tarde, y para tratar de ocultar el crimen, denunció ante las autoridades que el pequeño había sido secuestrado.
De acuerdo con los informes periciales, el cráneo del menor de 23 meses de edad había sido fraccionado en 74 pedazos.
Luego de la detención de la responsabale, actualmente Giner se enfrenta a cadena perpetua sin libertad condicional, según informó la Oficina del Fiscal del condado Cumberland.
A Cumberland County jury has found Nakira M. Griner, 28, of Bridgeton, guilty in the 2019 death and dismemberment of her 23-month-old child, according to the county prosecutor.
— Alexander. (@AlexUnmuted) January 5, 2023
Griner was charged with murder and several other offenses. The jury found her guilty of all counts. pic.twitter.com/gTgIFPF2oQ
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Los hechos
Fue el pasado 8 de febrero de 2019, cuando Nakira Griner le mintió a la policía y declaró que su hijo había sido secuestrado tras ser atacada por sujetos desconocidos.
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Fue entonces que la Policía Estatal de Nueva Jersey (NJSP) y el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) iniciaron una investigación que horas más tarde los llevó a la localización de los restos del menor en el jardín del domicilio de su madre. Tras practircar la necropsia de ley correspondiente, se determimó que el menor había sido golpeado hasta la muerte.
Ante lo anterior, las autoridades ofrecieron a Nakira Griner un acuerdo de culpabilidad en octubre de 2019, misma que incluía una sentencia de prisión de 30 años, no obstante ella la rechazó y prefirió ir a juicio. Después de dos semanas de juicio, mismas en las que la madre aseguró que ella no había matado a su hijo, y en las que también admitió haber quemado sus restos además de desmembrar su cuerpo, la deliberación del juez fue rápida, y la mujer, quien es madre de otro menor, fue condenada por asesinato, profanación de restos humanos, manipulación de pruebas, poner en peligro el bienestar de un menor y falsa alarma pública en segundo grado.
Debido a lo anterior, la mujer podría enfrentarse a cadena perpetua obligatoria sin libertad condicional.
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