Leyenda de la Mansión Giacopello, también conocida como la ‘Casa de los enanos’
Han sido varías las leyendas acerca de la familia que aquí habitaba... una de las más conocidas era que en su interior vivían personas con enanismo.
Ubicada en la avenida Juárez esquina con 17 sur, la casona de la época del Porfiriato conocida como la Mansión Giacopello retiró sus láminas para revelar un poco más de su fachada estilo francés.
Se ubica en una de las avenidas más importantes de la Angelópolis
La fachada que tantos años permaneció oculta fue develada, dejando impresionadas a las personas que cotidianamente transitan por esta, una de las calles emblemáticas de la Angelópolis.
“No la había conocido pero justamente ese día que pase si fue sorprendente ver que estaban quitando todo y ya reconocer la casa por dentro la verdad es que si está muy interesante, digo, no sé si la vayan a usar como locación para una telenovela, un tema así pero si se ve muy interesante” Diana Sánchez, habitante
Es así que las personas pueden tener una vista nueva de la casa que ha albergado tantas historias.
Leyenda de la ‘Casa de los Enanos’
Cuenta la leyenda que la Casa de los Enanos, fue construida en 1890 por los Giacopello, unos migrantes italianos que habitaron la mansión hasta que, por razones desconocidas, una de las hijas de la familia se quitó la vida en el despecho, y tiempo después la casa fue abandonada.
Con el paso de los años, la cada fue adquirida por el español (gallego) Rogelio Rodríguez Sáenz en 1930. Tras 10 años de haber llegado a la Angelópolis y haber hecho fortuna como empresario textil.
Rodríguez, se casó con una profesora llamada Carmelita Jiménez, juntos procrearon tres hijos, de los cuales sobrevivieron dos: Rogelio y Milagros Rodríguez.
Cuando Carmelita enviudó, ella se hizo cargo de la familia, pero las fábricas textiles que tenía el esposo quebraron. Con el tiempo se hizo una persona reservada y de pocas amistades. Solo mantenía contacto con sus hijos, los nietos y la servidumbre que tenía bien seleccionada.
A la abuela no le gustaba que los nietos jugaran dentro de la casa así que ordenó a un ebanista crear muebles pequeños para ellos y colocarlos en el jardín para que ellos juagaran ahí.
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Pero a la gente le causaba mucha curiosidad conocer el interior de la casa porque la reja del exterior, por la cual se vislumbraba el hermoso jardín, fue cubierta con una lámina para evitar que se viera el interior de la casa desde el exterior. Esto solo despertó el interés de las personas que, como podían, se asomaban y lo único que alcanzaban a ver eran los pequeños muebles de los nietos en el jardín, por lo que de ahí surgió la leyenda de la Casa de los Enanos.
