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La música popular refleja el aumento de la depresión desde 1973, según la ciencia

Un análisis de más de 20 mil canciones del Billboard Hot 100 muestra cómo la música popular refleja el aumento de la depresión y la ansiedad desde 1973.

Cuando las canciones cuentan cómo se siente la sociedad

Durante más de medio siglo, la música popular ha funcionado como un espejo del estado emocional colectivo. Un estudio encabezado por la Universidad de Viena analizó 20 186 canciones que formaron parte del Billboard Hot 100 entre 1973 y 2023, utilizando técnicas de inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural para identificar patrones en las letras. Los resultados muestran que, con el paso del tiempo, las canciones se han vuelto más simples en su estructura, más negativas en su tono y con una mayor presencia de palabras relacionadas con el estrés, una tendencia que coincide con el aumento de los diagnósticos de depresión y ansiedad en la sociedad.

Los investigadores explican que este cambio no está relacionado con factores económicos como el ingreso promedio de los hogares, sino con transformaciones emocionales más profundas en la vida cotidiana y en el entorno mediático. A medida que la negatividad también creció en libros y medios de comunicación, la música pareció adaptarse a ese clima emocional, reflejando preocupaciones, cansancio y tensión acumulada en varias generaciones.

Sin embargo, el estudio también revela un dato llamativo: en momentos de crisis extrema, como los atentados del 11 de septiembre de 2001 o la pandemia de COVID-19, las letras musicales se volvieron temporalmente más complejas y positivas. Esto sugiere que, en situaciones de estrés colectivo intenso, las personas no buscan canciones que refuercen emociones negativas, sino música que ayude a regular el estado de ánimo, generar escapismo y ofrecer consuelo emocional.

Durante la pandemia, por ejemplo, escuchar música alegre se asoció con una mejora del ánimo y una reducción del estrés, especialmente en personas que ya experimentaban altos niveles de ansiedad. Para los científicos, estos hallazgos confirman que la música no solo refleja cómo se siente la sociedad, sino que también cumple un papel activo como herramienta de regulación emocional, acompañando a las personas en distintos momentos históricos y ayudándolas a procesar emociones complejas.

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