La Navidad se vive en millones de hogares a través del pesebre y del acto de arrullar al Niño Dios, una tradición navideña profundamente arraigada que recuerda el nacimiento de Jesús como símbolo de humildad, amor y esperanza. Durante la Nochebuena, las familias se reúnen frente al nacimiento para cantar villancicos, rezar y fortalecer la unión familiar. Tradicionalmente, los padres realizan el arrullo, evocando el cuidado de la Virgen María y San José, mientras se leen pasajes bíblicos y se eleva una oración navideña por la paz, la fe cristiana y quienes atraviesan dificultades. El momento culmina con rezos como el Padrenuestro, el Ave María y el Gloria, pidiendo que Jesús nazca en los corazones de todos.