Los fríos en México comienzan a intensificarse tras la temporada de lluvias debido a la combinación del invierno, el regreso de La Niña y el debilitamiento del vórtice polar. La Niña enfría las aguas del Pacífico ecuatorial, lo que modifica la circulación atmosférica y favorece condiciones más secas y con menos lluvias, principalmente en el norte y centro del país.
Sin embargo, estos fenómenos también pueden generar cambios bruscos de clima. Regiones como el Golfo de México, Veracruz, el Istmo de Tehuantepec y la Península de Yucatán podrían registrar lluvias, vientos fuertes y variaciones repentinas de temperatura, por lo que se recomienda mantenerse atentos a los avisos meteorológicos.