Bajar de peso no depende de comer menos, sino de elegir mejor lo que comes. Según especialistas en nutrición, muchos productos “saludables” esconden azúcares, harinas refinadas y grasas procesadas que elevan la insulina y favorecen la acumulación de grasa corporal.

Detectar estos ingredientes ocultos y apostar por alimentos naturales, integrales y frescos puede acelerar la pérdida de peso y mejorar la energía diaria. Leer etiquetas y evitar ultraprocesados es clave para lograrlo.

Entre los principales saboteadores de la dieta están:

  1. Jugos y bebidas deportivas, que contienen azúcar líquida y provocan picos de glucosa.
  2. Panes y cereales refinados, que aumentan el apetito.
  3. Barras y snacks “proteicos”, cargados de jarabes y grasas hidrogenadas.
  4. Aderezos, congelados y leches saborizadas, altos en sodio y conservadores.
  5. Postres “sin azúcar” con edulcorantes artificiales, que alteran la microbiota intestinal y estimulan el hambre.

La clave, advierten los expertos, no es comer menos, sino comer mejor y más consciente.