El Valle de Puebla enfrenta un escenario crítico para los próximos años. De acuerdo con un análisis del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla (Cicepac), el 40% de la población en esta región podría quedarse sin acceso al agua en 2030. El estudio, basado en datos oficiales y un modelo matemático desarrollado por especialistas, advierte que el acuífero que abastece a la zona se encuentra en una reducción acelerada por múltiples factores, lo que pone en riesgo tanto a la población como a sectores agrícolas e industriales.
¿Cómo se llegó a este nivel de agotamiento del acuífero?
El coordinador del Comité de Medio Ambiente del Cicepac explicó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) registró en 2023 un volumen de 18 millones de metros cúbicos en el acuífero del Valle de Puebla. Sin embargo, esta cifra contrasta drásticamente con los 44 millones de metros cúbicos contabilizados en 2015. La disminución se atribuye al crecimiento de la población, el uso intensivo de agua en la agricultura, el cambio climático, pérdidas por fugas en la infraestructura y la operación de pozos ilegales.
Con estos datos, el modelo matemático proyecta que para 2030 el déficit será de -406 hectómetros cúbicos por año, lo que afectaría directamente a 1 millón 263 mil 200 habitantes en municipios como Puebla, Cuautlancingo, Coronango, Ocoyucan, Amozoc y San Pedro Cholula.
¿Qué sectores resentirán con mayor fuerza el impacto de la crisis hídrica en Puebla?
Además de la población, el sector agrícola enfrentará pérdidas severas: 1800 hectáreas quedarían sin posibilidad de cultivo al dejar de recibir 1871 litros de agua por segundo. La industria también verá comprometidas sus operaciones y su capacidad de crecimiento, pues se prevé que deje de recibir mil litros por segundo, un golpe que podría frenar inversiones y la instalación de nuevas plantas productivas en la región.
Poblanos batallan para encontrar un trabajo digno
