Revelan modus operandi de asaltos al salir del concierto de Bad Bunny en la CDMX

Desde que comenzaron las presentaciones de Bad Bunny en el Estadio GNP de la Ciudad de México, se comenzaron a registrar asaltos al salir de cada concierto. 

El crimen, ocurre cuando miles de personas avanzaban al mismo tiempo hacia las salidas. En medio del empuje, la poca visibilidad y el cansancio, varios asistentes quedaron expuestos a un esquema que se repite con precisión: el llamado “acorralamiento”, una técnica diseñada para robar sin levantar sospechas inmediatas.

La dinámica ocurre en segundos. Las víctimas apenas perciben empujones y presión alrededor, hasta que notan la ausencia de su celular o cartera cuando el grupo agresor ya se disolvió entre la multitud.
En los asaltos, el grupo actúa de manera coordinada. Tres personas rodean a la víctima mientras camina: una bloquea el paso, otra empuja o distrae y una tercera ejecuta el robo.

El contacto físico se disfraza de empujones normales propios de la salida masiva.
Una vez sustraído el objeto, entra en acción la técnica conocida como “pasar la bolita”: el celular cambia de manos entre los integrantes en cuestión de segundos, lo que dificulta identificar quién lo tiene y reduce la posibilidad de recuperarlo en el momento.

Este esquema no responde a hechos aislados. En los asaltos se ha detectado que las personas detenidas ya contaban con antecedentes por robos similares en zonas concurridas. Testimonios coinciden en que el riesgo aumenta al salir del recinto, cuando la vigilancia se dispersa y el flujo de personas se vuelve caótico.

El modus operandi se repite: rodear, empujar, sustraer y desaparecer. Una mecánica simple, rápida y silenciosa que sigue encontrando terreno fértil entre las multitudes que abandonan conciertos de gran convocatoria.