Pese a que el nacimiento de un bebé representa un momento de bendición y alegría para los padres y allegados, en un hospital de Dallas, Estados Unidos, el parto de una madre se convirtió en desgracia, luego de que su esposo desatara una balacera en el lugar.
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El hecho se registró el sábado 22 de octubre en el Centro Médico Metodista de Dallas, donde de acuerdo con policías locales, Nestor Hernandez, de 30 años, se puso a disparar aproximadamente a las 11 de la mañana mientras se encontraba en el hospital para asistir al nacimiento de un hijo que su novia iba a dar a luz.
A Hernandez, le habían dado persmiso de acudir al hospital mientras portaba una tobillera electrónica, pues estaba bajo libertad condicional.
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¿Qué desató la balacera en el hospital?
El jefe de la policía de Dallas, Eddie García, informó que el hombre llegó al hospital alrededor de las 10:20 de la mañana para visitar a la novia que iba a dar a luz y comenzó a golpearla repetidas veces en la cabeza con una pistola.
Según una declaración jurada para una orden de arresto obtenida por una televisora local, Hernandez comenzó a golpear a su novia tras acusarla de infidelidad.
El sujeto comenzó a realizar llamadas “amenazantes” y a enviar mensajes de texto a su familia, además le dijo a su novia que ambos iban a morir y declaró que “quien quiera que entre a esta habitación va a morir con nosotros”.
El sujeto hombre baleó de muerte a dos empleadas de un hospital de Dallas; Jacqueline Pokuaa, una trabajadora social de 45 años, y Katie Annette Flowers, una enfermera de 63.
Las autoridades llegaron al hospital e hirieron de bala a Hernández, en tanto la mujer golpeada por él fue atendida de sus lesiones y un bebé recién nacido que estaba en la habitación no resultó lesionado.
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