Cada vez más servicios nos piden nuestros datos personales para funcionar. Entre ellos, los datos biométricos, como nuestra huella digital, nuestro rostro o nuestra voz, lo que muchos no saben es que al dar permiso para usar estos datos, también podríamos estar autorizando que se almacenen, se compartan o se utilicen para otros fines.
Por eso, es fundamental leer los términos y condiciones antes de aceptar. Aunque parezcan largos o complicados, allí se explica qué se hará con nuestra información.
Los expertos señalan que, una vez que entrega sus datos, no siempre puede recuperar el control sobre ellos, y en manos equivocadas, esa información puede usarse de forma indebida.