La muerte del conocido como ‘Príncipe de las Tinieblas’, Ozzy Osbourne, ha generado consternación en la industria musical, pues su exitosa carrera con la banda de metal Black Sabbath y en solitario atrajo la ateción de millones de personas alrededor del mundo, no solo por su talento sino también por su excéntrica forma de ser. Tras anunciarse su deceso hoy 22 de julio de 2025, muchos de sus fans recordaron el día en el que mordió la cabeza de un murciélago en pleno concierto. El momento fue captado en video.
Este es el video del momento en el que Ozzy Osbourne mordió un murciélago en pleno concierto
Fue el pasado 20 de enero de 1982, cuando el mundo del rock presenció uno de los momentos más extraños en la historia de la música hasta entonces, pues durante un concierto en el Des Moines Veterans Memorial Auditorium, el entonces vocalista de Black Sabbath, mordió la cabeza de un murciélago vivo. Dicho acontecimiento definiría su imagen, convirtiéndolo en una leyenda mundial del heavy metal.
En el documental Las Nueve Vidas de Ozzy Osbourne, el cantante reveló que le parecía divertido intercambiar extraños objetos con el público durante sus conciertos, en donde fans lanzaban al escenario carne y animales muertos, y vicerversa.
Esta práctica se había vuelto común, hasta que en el concierto de 1982 en el Des Moines, una persona del público aventó un murciélago al escenario, lo que llamó la atención de Ozzy, por lo que, sin pensarlo dos veces, lo tomó y le mordió la cabeza. Aunque este acto lo colocó en el ojo público y generó controversia pero también admiración por parte de sus fans más excéntricos, años después, Osbourne confesó que pensaba que el murciélago era de juguete, razón por la cual había decidido morderlo.
Extraña confusión cambió el rumbo de Ozzy Osbourne al morder un muerciélago
En el documental, el cantante británico detalló que, cuando el murciélago cayó al escenario, pensaba que era de juguete, pero al morderlo, sintió un líquido caliente en su boca, además del movimiento de sus alas, por lo que de forma inmediata lo escupió. La sangre en su boca avisaba que había mordido a un animal real:
“Pensé que era de goma. Lo recogí, me lo puse en la boca, lo mastiqué, lo mordí, siendo el payaso que soy. Los murciélagos son los mayores portadores de rabia en el mundo. Tuve que ir al hospital después y me empezaron a poner vacunas contra la rabia. Tenía que ponerme una en cada nalga todas las noches”.
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