La selección japonesa reunió al equipo mexicano después de su triunfo en dieciseisavos de final y les dedicó un mensaje en español, felicitándolos y expresando orgullo por su desempeño. Los jugadores de Japón entregaron pósters conmemorativos, parches de la Asociación Japonesa de Futbol e intercambiaron camisetas con los mexicanos. A su vez, México regaló un alebrije como símbolo de gratitud y amistad. El canterano Luis Gamboa agradeció el gesto y expresó su deseo de ver a Japón campeón. La escena dejó claro que el futbol no solo se trata de goles, sino de lazos genuinos que trascienden fronteras.












