Josh Allen escribió su nombre en la historia de la NFL al convertirse en el quarterback con más touchdowns terrestres de todos los tiempos. Durante la semana 13, con un acarreo de 8 yardas frente a los Pittsburgh Steelers, alcanzó su anotación número 76 por tierra, superando el récord que mantenía Cam Newton. La jugada marcó un momento histórico para el mariscal de los Buffalo Bills y para la liga.