Este jueves 13 de junio de 2024, como cada año, se conmemora a uno de los santos más venerados en la religión católica, San Antonio de Padua. En TV Azteca Puebla te decimos quién fue, por qué los fieles devotos lo celebran este día y qué oración hacer para pedirle un milagro.
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¿Quién fue San Antonio de Padua?
Nacido como Fernando de Bulhões en Lisboa, en Portugal, el 15 de agosto de 1195, San Antonio de Padua fue un fraile franciscano conocido por su fe inquebrantable, su don de oratoria, además de que a lo largo de su vida se le atribuyeron numeross milagros.
San Antonio de Padua nació en una familia de buena clase social y económica, y a los 20 años, experimentó una profunda conversión que lo llevó a abandonar su vida mundana para unirse a la Orden Franciscana. Fue entonces que, fascinado por su ideal de pobreza, sencillez y compromiso con la ayuda a los más necesitados, se forjó en el camino religioso.
Pronto, se convirtió en profesor de la Universidad de Padua en Italia, gracias a un indiscutible intelgencia y memoria prodigiosa. Ahí, sus alumnos se vieron cautivados debido a su capacidad de explicar las sagradas escrituras y compartir sus conocimentos teológicos.
Es entonces que confirmó que su verdadera vocación era la predicación del Evangelio, por lo que inició un recorrido por todo Europa para hablarle a los más necesitados de Dios. Esto le valió para ser uno de los predicadores más famosos de esa época.
¿Qué milagros hizo San Antonio de Padua?
Son un sinfín los milagros que se le atribuyen a San Antonio de Padua, entre ellos está la resurrección de un niño, la curación de enfermos y la aparición del Niño Jesús en sus brazos. Debido a esto, además del profundo amor que siempre externó hacia Dios y su capacidad de predicar el Evangelio, lo convirtió en uno de los santos más venerados en todo el mundo.
Un año después de su muerte, el 13 de junio de 1232, fue canonizado por el Papa Gregorio IX. Desde entonces, a San Antonio de Padua se le conoce como “el santo de los milagros”, “el santo de todo el mundo” y “Doctor Evangélico”.
Oración a San Antonio de Padua
¡Oh, Santo San Antonio!, el más gentil y amable de los santos, tu ardiente amor por Dios, tu virtud exaltada y tu gran caridad hacia tus semejantes, te hicieron digno de poseer poderes milagrosos que no se dieron a ningún otro santo.
Los milagros esperaban en tu palabra, y siempre estabas dispuesto a hablar en favor de aquellos que estaban en problemas. La ansiosa oración de los afligidos nunca fue dirigida a ti en vano.
Devolviste la salud a los enfermos, restauraste lo que se perdió y mostraste compasión por aquellos que sufrían. Incluso resucitaste a los muertos cuando clamaron a ti desde las profundidades de su angustia. En la tierra, nada era imposible contigo, excepto no tener compasión por los afligidos.
Animados por este pensamiento y convencidos de la eficacia de tu santa intercesión, nos arrodillamos ante tu imagen sagrada y, llenos de confianza, te imploramos que obtengas para nosotros (mencione su petición).
La respuesta a nuestra oración puede requerir un milagro. Sin embargo, ¿no eres tú el Santo de los Milagros, quien en la tierra hablaba de las maravillas más poderosas que se habían realizado?
¡Oh, gentil y amoroso San Antonio!, cuyo corazón siempre estuvo lleno de simpatía humana, susurra nuestra oración en los oídos del Niño Jesús, que amaba estar en tus brazos.
Tu palabra y nuestra oración serán escuchadas. ¡Oh, habla, pero esa palabra y la gratitud de nuestro corazón serán todas tuyas! Amén.
Rece a continuación un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria.
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