En el estado de Puebla, la realidad laboral no se esconde. En las calles, en los comercios, en las pláticas entre amigos, todos saben que aunque haya empleo, vivir de él no siempre es suficiente. Para muchos poblanos, tener trabajo no significa tener estabilidad, mucho menos tranquilidad.
Y es que los números no mienten. De acuerdo con cifras del padrón de trabajadores asegurados al instituto mexicano del seguro social, el estado de puebla cerró julio del 2025 con 661 mil 173 puestos de trabajo formales, lo que representa una pérdida de 344 plazas respecto a diciembre del 2024, cuando había 661 mil 517 empleos registrados.
Solo en el último mes, de junio a julio, el estado perdió 57 empleos formales más. Una caída constante, silenciosa, pero con efectos visibles: bolsillos vacíos, negocios cerrados, calles con más gente vendiendo que comprando.
Esa falta de oportunidades ha llevado a muchos poblanos a buscar otras formas de ingreso. El comercio informal es la salida para quienes no encuentran cabida en el mercado laboral formal. Sin embargo, este también sufre las consecuencias.