“El espectáculo natural que transformó la costa de Auckland”
La bioluminiscencia volvió a sorprender en Nueva Zelanda al transformar las playas de Auckland en un mar brillante de color azul neón, un fenómeno que atrajo la atención de turistas y habitantes locales. Este resplandor se produjo cuando organismos microscópicos, conocidos por generar luz propia, fueron agitados por el movimiento del agua, creando un efecto luminoso sobre la superficie del océano. La escena hizo que numerosos bañistas describieran la experiencia como un momento surrealista y difícil de olvidar.
La bioluminiscencia no es un fenómeno aislado en Nueva Zelanda: al norte del país se encuentra Waitomo, una zona mundialmente famosa por sus cuevas llenas de glowworms, organismos que iluminan los techos subterráneos como si fueran estrellas suspendidas en la oscuridad. Estas cuevas se formaron hace más de 30 millones de años gracias a la actividad volcánica y a la acumulación de roca caliza, dando origen a más de 300 cavidades naturales. En su interior, el brillo azul de los glowworms crea un ambiente mágico que complementa el mar brillante visto en Auckland, posicionando a Nueva Zelanda como uno de los destinos más impactantes del mundo para presenciar bioluminiscencia.












